Mandy llegó a nuestro hogar con casi 11 meses y cargando una historia de mucho dolor, a los pocos días empezó a sufrir de ansiedad por separación, brincaba todo el día en la ventana, aullaba y hasta se comió los sillones.
Creo que los sillones fueron la gota que derramó el vaso, fue en ese momento que decidimos buscar ayuda, una compañera de trabajo nos recomendó al equipo de LineUp Dog y los contactamos. A partir de la primera visita de Josué, nos dimos cuenta que todo el conocimiento que teníamos sobre perros era poco y teníamos millones de cosas por aprender y poner en práctica.
Josué no sólo le enseñó cosas a Mandy, sino también a nosotros, aprendimos a tener paciencia, a confiar en nuestro perro, como comunicarnos con Mandy, que esperar de ella, cuáles límites teníamos que poner y lo más importante a cómo respetarla como perro.
El proceso siempre fue en positivo y respetuoso de los tiempos de Mandy. Si me preguntan cómo definiríamos a LineUp Dog y en especial a Josué, podemos afirmar que fue un regalo que nos dio la vida, un regalo que nos permitió aprender, mejorar la calidad de vida de Mandy y nuestra salud mental, sabemos que ahora cuando queda sola no sufre, es una perrita más equilibrada y sociable.
Durante todo el proceso y hasta la fecha nos hemos sentido muy apoyados por Josué, al punto que más que nuestro entrenador lo consideramos nuestro amigo. Para nuestro último viaje, Mandy se quedó en la casa de él y fue una experiencia muy amena, tanto para ella como para nosotros.
Recomendamos a Josué con los ojos cerrados.