Si te encantan los perros, probablemente sos de los que nos cuesta un montón ver uno y evitar inclinarnos a acariciarlo y hablarle con dulzura. Creeme, te entiendo. Pero hoy vengo a contarte por qué es importantísimo no solo que NO lo hagás, sino hasta que lo ignorés. Si lo que querés es caerle bien y mostrarle cariño, esta es una mejor manera, te lo prometo, la clave está en conocer su lenguaje canino.
¿Qué quiere decir en el lenguaje canino un acercamiento así?
Los abrazos, los acercamientos directos del cuerpo y más aún de la cara son, para nuestros perros, señales incómodas y hasta amenazantes. Imaginate a vos mismo/a en este escenario: un completo desconocido se queda viéndote fijamente y se te acerca tanto que hasta irrumpe tu espacio personal y, a punto del contacto, acerca su cara contra la tuya. Incomodísimo, ¿verdad? Probablemente ni dejemos que el asunto llegue tan lejos, quizás nos movamos mucho antes, desde la mirada fija esquivemos a esa persona, o intentemos alejarla de alguna manera. Bueno, lo mismo podría hacer el perro si desea evitar esa interacción.
No es una situación cómoda. Sin embargo, puede ser que tu perro permita este tipo de interacciones con personas conocidas. Después de todo, reconoce a quienes no le hacen daño y confía en ellos. Esto no quiere decir que, incluso en este caso, no sea incómodo del todo. A veces permiten la situación aun estando incómodos con el fin de evitar conflictos con quienes conviven. Ahí está la ciencia de saber leer lo que nos comunican con su lenguaje corporal, y entre más respetemos lo que nos comunican, más usarán ese lenguaje con seguridad para expresarnos lo que sienten, así que escucharles nos trae grandes beneficios y fortalece el vínculo.
Entonces, ¿qué es lo mejor que podemos hacer para comunicarles que queremos ser sus aliados?
Una manera de expresarles que no somos una amenaza, que no deben temernos, y que hasta somos de confiar es ignorándoles. Me explico: en lenguaje canino el no establecer contacto visual directo, dar la espalda y hasta ignorar al otro, pueden significar todas señales de calma. Estas son formas de comunicar que no queremos conflictos, que venimos pacíficamente y que le daremos la oportunidad de acercarse cuando así lo considere adecuado, antes de ser nosotros quienes vayamos a invadir su espacio personal.
¿Por qué recomendamos esto?
Usar nosotros el lenguaje canino, en este caso las señales de calma, es particularmente importante de aplicar al relacionarnos con perros que no conocemos. Algunos podrían ser reactivos, lo que significa que reaccionarán ladrando, o en casos más fuertes, atacando, ante algún estímulo que les cause estrés, miedo, o que perciban como una amenaza.
Recordemos: ellos se están defendiendo, así como harías vos si sentís que tus límites se ven traspasados. Los motivos de la reactividad pueden ser varios, consultá con un entrenador certificado si creés que tu perro la está pasando mal ante alguna situación específica y te ayudará a abordarlo. Aun si no tiene problemas de conducta, no podemos ir por la vida abrazando perros que no conocemos, y estoy segura de que si somos amantes de los perros más bien queremos abogar por ellos; a menos de que queramos terminar, en el mejor de los casos, con un buen susto.
Así, la próxima vez que vayás a conocer un perro, ignoralo, comunicale que no venís a hacerle daño, dale el tiempo de que se acerque él, de que te huela sin presión ni distracciones, que se familiarice con vos; y ya luego, si él así lo permite y se siente cómodo, acaricialo y hasta jugá con él. Si aun ignorándolo ves que se muestra desconfiado, dale el espacio que necesita y respetá lo que te está diciendo.
¿Y si malinterpretamos el lenguaje canino?
Un movimiento de cola que podríamos pensar que es amistoso, podría ser una señal de calma, pidiéndonos muy educadamente que nos mantengamos a la distancia, aún sin llegar a ladrar o algún otro tipo de señal más obvia. El contexto y el resto de la posición del cuerpo es muy importante para determinar si ese movimiento de cola es por alegría o por incomodidad.
Por supuesto, habrá perros que no reaccionarán así, y eso está muy bien. Pero todos tienen sus personalidades, sus preferencias y gustos. Así como hay quienes son súper simpáticos, otros son introvertidos, y así como a vos no te caen bien todas las personas, puede ser que a tu perro tampoco. Hasta con los perros que ya conocemos podemos esforzarnos por leer su lenguaje corporal y saber si están incómodos o, por el contrario, quieren muchas caricias.
¿Querés saber más acerca del lenguaje canino?
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